jueves, 22 de marzo de 2012

One Dream. Capitulo 20

-A tu novio no le ha sentado bien que te quedes a solas conmigo.
-Habla, no tengo todo el día, tampoco es que yo quiera estar aquí.
-Está bien, seré breve. Nicole, yo te quiero.
-¿Me quieres? Por favor, no me hagas reír. ¿Qué persona hace sufrir a la persona a la que quiere?
-Yo no te he hecho sufrir. Solo quería protegerte de Styles, sólo quería que fueras mía.
-Ya pero yo no quería nada contigo. Si sabías que estaba enamorada de Harry, ¿por qué lo hiciste? –Las lágrimas empezaban a recorrer mi rostro.
- No pensabas lo mismo las veces que te liaste conmigo. – Se acercó e intentó abrazarme.
-Si me lié contigo fue porque intentaba olvidar a Harry y porque te consideraba un amigo, pero ya veo que me equivocada, entiende de una vez que no te quiero, no quiero nada contigo y no quiero verte más. –Me di la vuelta y entré, subí las escaleras lo más rápido posible para llegar a la habitación.
-No quiero, no quiero hablar con ella Louis, esta vez sí que me ha fallado. –Escuché desde dentro.
Llamé a la puerta y asomé la cabeza, pero Louis me hizo gestos para que saliera, Harry estaba llorando, me mataba verlo así, pero no tenía ningún motivo para ponerse a llorar. Me dirigí al jardín y me tumbé en el balancín, un poco de aire no me vendría mal.
-“I’m gonna live my life, no matter what we party tonight” –Liam cantaba en la ducha,  acababa de salir y con la toalla puesta se dispuso a revolver todo su armario para decicir que ponerse en esa noche tan especial.
A pesar de ser tan especial, no se pondría traje chaqueta, la llevaría a cenar a un restaurante pero era una primera cita y no se conocían, primero había que acortar distancias. Puso un poco de música en su habitación, quería relajarse un poco antes de marcharse, realmente estaba muy nervioso. Las siete y media, cogió el coche y se dirigió a casa de Megan. Llamó al timbre y abrieron la puerta. Allí estaba ella, con un vestido negro precioso, unos zapatos de tacón no muy alto y un abrigo blanco. Liam se quedó embobado por unos instantes, estaba realmente preciosa pero ella enseguida lo devolvió a la realidad.
-¿Piensas quedarte ahí parado toda la noche? –Dijo con una tímida sonrisa.
-No, claro que no, ¿vamos?
Ella sonrió y ambos se dirigieron hacia el coche.
-¿Dónde vamos a ir a cenar?
-Vamos a un restaurante no muy lejos de aquí, si tú quieres claro.
-Claro, perfecto.
El camino hacia el restaurante fueron en silencio, una vez allí pidieron la cena y se soltaron un poco más.
-Cuéntame cosas de ti, ¿Cómo es que trabajas en esa tienda? Digo, no es por nada, pero bueno por lo que he podido ver de tu casa, para la edad que tienes no creo que tengas que trabajar para mantenerte. –Dijo intentando arreglar la pregunta.
-Oh, verás, es una larga historia.
-No te preocupes, tengo todo el tiempo del mundo. –Le encantaba su voz.
-Bueno, no soy de aquí. Soy de Los Angeles, mi padre es un productor ricachón de allí y digamos que siempre he pensado que soy adoptada, no es que no me guste la vida llena de lujos, pero no me gusta que me lo den todo hecho así que decidí venir a estudiar aquí. Mis padres no querían que estuviera sola así que avisaron a mis tíos de que iría a su casa. Como ya he dicho que no me gusta que me lo den todo hecho, por eso decidí ponerme a trabajar, para pagarme yo mis cosas. Bueno, y dejo ya de hablar, porque te estarás aburriendo.
-Para nada, contigo no podría aburrirme jamás, eres tan… -se quedó embobado mirando sus preciosos ojos verdes.
-¿Liam? ¿Liam estás bien? –rió mientras él volvía a la realidad. –Eres tan… ¿tan, que?
-Tan…tan diferente al resto de tu familia. –Consiguió decir, en realidad se moría de ganas por decirle lo perfecta que era y lo mucho que le gustaba, pero no podía, era la primera cita, ¿qué pensaría ella de él si se lanzaba?
-Ya, eso es lo que intento –Dijo mientras reía.
-¿Quieres que vayamos a dar un paseo? Hace rato que hemos terminado de cenar y no tardaran en echarnos.
Ambos salieron del restaurante y empezaron a caminar, iban bromeando y se iban contando cosas, la verdad, parecía como si se conocieran de más tiempo. Megan le preguntó si la podía llevar a casa, al día siguiente tenía que madrugar para ir a la universidad. El camino de vuelta fueron en silencio, pero no era un silencio incómodo, todo lo contrario, ambos estaban muy a gusto. Bajo del coche, le abrió la puerta y la acompañó hasta la puerta de casa, Liam era  todo un caballero.
-Gracias por esta noche Liam, me ha encantado estar contigo.
-Gracias a ti, tu eres la que ha hecho que esta noche sea especial –Hubo un silencio incómodo que Liam no tardó en romper. –Verás… he estado pensando, y no quiero que pienses mal de mí, pero necesito hacer esto.
Le cogió de los brazos y se acercó poco a poco, se fundieron en un beso dulce y tierno.
-Me gustas Megan. Sé que te he conocido hoy, y que un día no es suficiente, pero no sé qué me pasa que me gustas, mucho.
-Con un minuto hubiera sido suficiente. –le dio un beso rápido. –Buenas noches Liam.
Nicole no había entrado a cenar, seguía tumbada en el balancín. Si Harry no quería verla, no entraría, pasaría allí la noche hasta que Harry quisiera hablar con ella. Louis se acercó a ella con una bandeja, le traía la cena.
-¿Me puedo sentar contigo?
-Claro, ¿Por qué no?
-Nicole, ¿Por qué le haces esto a Harry?
-¿Qué le hago Louis? Yo no le he hecho nada.
-Me ha dicho que después de defenderte y todo, te has quedado a solas con Jairo.
-Sí, me he quedado a solas con él, pero solo quería hablar yo tampoco quería quedarme, pero sé cómo es Jairo y no hubiera dejado de insistir hasta hablar conmigo.
-¿Te acuerdas lo que te dije de que no quería que le hicieras daño a Harry?
-Me acuerdo perfectamente, y créeme que soy la persona que menos quiere hacerle daño en este mundo.
-Entonces deberías hablar con él.
-Quiero hablar con él, pero es él quien no quiere verme Louis… -Empecé a llorar.
-No llores pequeña –Louis me abrazó. –Ya verás como esto se soluciona.



No me gusta, es muy soso, pero es que no me venía la inspiración. Lo siento!

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